ETF para principiantes

A primera vista, el tema de invertir dinero y acumular activos puede parecer complicado y aburrido, especialmente para los principiantes. Sin embargo, esta es una apreciación errónea, ¡invertir y acumular activos con ETFs puede ser muy divertido!

Invertir en ETFs es fácil y sencillo, incluso para los principiantes. Solo necesitas seguir estos tres pasos:

• Abre una cuenta de custodia.
• Selecciona el índice en el que deseas invertir.
• Selecciona el ETF adecuado que siga ese índice.

A continuación, te explicamos con más detalle cómo funciona:

¿Cómo puedo abrir una cuenta de valores?

Si eres principiante y quieres invertir en ETFs, necesitas abrir una cuenta de valores. Estas cuentas se ofrecen a través de bancos y agentes de valores especializados. Los ETFs que compres se mantienen en una cuenta de valores a tu nombre. Ten en cuenta que los bancos te cobrarán comisiones por las operaciones de compra y venta de valores. Sin embargo, es importante señalar que estas comisiones pueden variar significativamente entre proveedores.

Comprar ETFs puede resultar bastante favorable con los llamados neobrokers. Se trata de corredores de valores especializados que pueden ofrecer comisiones especialmente favorables debido a que se centran en la negociación de valores. A menudo, las comisiones de negociación son incluso gratuitas o sólo se cobran unos pocos euros por invertir en ETFs.

Es algo más caro en los bancos directos clásicos o en las sucursales bancarias. Allí, una orden de valores cuesta entre 10 y 60 euros, según el volumen de negociación. Estos bancos suelen ofrecer una gama más amplia de productos y servicios adicionales, como una cuenta corriente o tarjetas de crédito.

La selección correcta del índice

Como ya te hemos explicado, los ETFs siempre hacen referencia a un índice. Sin embargo, como cada índice es diferente, debes comprender en detalle el mecanismo de composición del índice. Es importante evitar el riesgo de una concentración excesiva de valores individuales en el índice. Por tanto, siempre debes echar un vistazo a la composición del índice y asegurarte de que el proveedor del índice ha introducido una ponderación máxima de los valores individuales para minimizar este problema de concentración.

Aconsejamos a los principiantes en ETF que se centren explícitamente en índices que estén ampliamente diversificados entre acciones de países industrializados y emergentes. Esto reparte el capital entre muchos miles de acciones y evita así los riesgos individuales de cada país o sector. Existen dos conceptos de índices para aplicar esta estrategia de ETF.

1. Invertir en un solo ETF

Para la solución más sencilla con un solo ETF, recomendamos a los principiantes que inviertan en el SPDR MSCI ACWI IMI UCITS ETF o en el Vanguard FTSE All-World UCITS ETF. Con aproximadamente 9.300 y 2.900 empresas de 47 países respectivamente, estos dos ETFs cubren alrededor del 99% del mercado mundial. ¡Mayor diversificación, imposible! Su ponderación es del 10% en mercados emergentes y del 90% en países industrializados.

El SPDR MSCI ACWI UCITS ETF también ofrece acceso a acciones de países industrializados y emergentes de todo el mundo, pero ya no incluye las pequeñas capitalizaciones. Sigue incluyendo casi 2.900 acciones y está compuesto por 47 índices de países (23 de mercados desarrollados y 24 de mercados emergentes). Es adecuado para dirigir la concentración principalmente a empresas medianas y grandes.

2. Portafolio con dos ETFs

Si quieres decidir tú mismo la composición de los mercados desarrollados y emergentes, tienes que recurrir a dos ETF regionales como los descritos anteriormente.

El iShares Core MSCI World UCITS ETF combinado con el iShares Core MSCI EM IMI UCITS ETF te dará acceso al rendimiento de unas 1.500 de las mayores empresas del mundo de 23 mercados desarrollados, más unas 3.200 empresas de gran, mediana y pequeña capitalización de 24 mercados emergentes como China, Taiwán, India y Brasil. Al dividir el fondo en dos ETF, tú mismo puedes determinar la combinación entre países industrializados y mercados emergentes.

Una alternativa es combinar el Vanguard FTSE Developed World UCITS ETF y el Vanguard FTSE Emerging Markets UCITS ETF. Una posible asignación sería invertir entre el 70% y el 60% en mercados desarrollados y el 30% o 40% restante en mercados emergentes. Sin embargo, esto aumentaría sin duda la proporción de acciones de mercados emergentes en tu cartera, en comparación con los ETF mundiales ya preparados.