ETFs: Rentabilidad y Rendimiento

Los fondos cotizados(ETF) son la herramienta multiuso de la inversión moderna. Los ETFs deberían estar en todos los portafolios. ¿Por qué? Porque los ETF son flexibles, económicos y de alto rendimiento. En el siguiente artículo, nos centraremos en la última característica de los ETF: El rendimiento.

Aprenderás cuánta rentabilidad es posible obtener con los ETFs, cómo puedes calcular la rentabilidad de los mismos, qué factores influyen en ella y de qué depende su rendimiento.

El MSCI World es un índice de renta variable mundial. Sigue la evolución de las acciones de más de 1.600 empresas de 23 países industrializados. De ahí deriva la fuerza del índice y, por tanto, también del ETF que lo sigue: una amplia diversificación. Este alto grado de diversificación es la base de una inversión sostenible a largo plazo y de bajo riesgo. La inversión se distribuye globalmente en diferentes sectores, regiones y tamaños de empresa.

Esto hace que el índice MSCI World sea uno de los índices más conocidos y de mayor rentabilidad. En el ejemplo siguiente, hemos analizado un ETF sobre el MSCI World durante los últimos años. Y aunque el rendimiento de un ETF en el pasado no dice necesariamente nada sobre su rendimiento futuro, queda claro el atractivo rendimiento que puede obtenerse con una inversión a largo plazo en un ETF, su diversificación mundial y su bajo riesgo. E incluso el descenso de los precios de las acciones en 2022 no pudo hacer mucho para disminuir la rentabilidad total positiva a largo plazo en este periodo de observación.

Incluso si nos remontamos más atrás en el tiempo, las crisis extraordinarias no han podido mermar el rendimiento del MSCI World a largo plazo. El estallido de la burbuja tecnológica en 2000, la crisis financiera de 2008 y la crisis de la deuda soberana/euro en 2012 tuvieron "sólo" un impacto temporal en el rendimiento. El MSCI World siempre fue capaz de compensar estas fases de pérdidas y, por tanto, proporcionó un alto rendimiento a largo plazo.

Así afectan los costes a la rentabilidad del ETF

Los productos de inversión también tienen su precio. Por eso es importante vigilar los costes de la inversión. Al fin y al cabo, no sirve de nada que una inversión consiga un rendimiento del 1% pero los costes asciendan al 2%. Los costes reducen el rendimiento, independientemente de si se trata de un ETF, fondos activos, acciones, bonos u oro. Por eso es importante comparar las comisiones. No sólo entre las distintas clases de activos, sino también dentro de ellas. Incluso pequeñas diferencias pueden tener un impacto significativo en los rendimientos de los ETFs.

Un parámetro que suele consultarse sobre los costes de los ETFs es el llamado Ratio de Gastos Totales (TER). Aunque hay que tener en cuenta otros factores en los costes, puede proporcionar una cierta orientación inicial al comparar los ETFs. Los costes medios de los ETFs de renta variable, por ejemplo, se sitúan entre el 0,04 y el 0,95 por ciento anual, mientras que los costes anuales de los fondos de renta variable gestionados activamente suelen oscilar entre el 1,5 y el 1,8 por ciento. Incluso estas pequeñas diferencias en las comisiones pueden tener un gran impacto en los rendimientos.

Como ocurre con cualquier inversión en valores, pueden añadirse comisiones de custodia y de transacción de intermediario, así como otros costes. Si compras o vendes ETFs, el agente de bolsa quiere ser remunerado por estos servicios. Y también hay que tener en cuenta, por ejemplo, la diferencia de seguimiento o el diferencial, es decir, la diferencia entre el precio de compra y el de venta. En definitiva, todos los costes de los ETFs pueden reducir la rentabilidad.

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Inflación

La inflación es el aumento general de los precios en comparación con un periodo de medición anterior. Refleja la evolución de los precios. También influye en el rendimiento del ETF. Pero, ¿cómo funciona y cómo se mide?

Cuanto mayor sea la pérdida de poder adquisitivo del dinero, menor será el rendimiento real de una inversión. Si, por ejemplo, en una cuenta de ahorro se obtiene un rendimiento del 1% anual mientras que la tasa de inflación es del 8%, se obtiene un rendimiento real negativo de menos 7%. Así, la inflación no sólo habría reducido el rendimiento en términos reales, sino que al mismo tiempo habría disminuido el poder adquisitivo de la inversión inicial. Esto también se aplica al rendimiento del ETF.

Con los ETFs, sin embargo, los inversores tienen más posibilidades de contrarrestar la inflación de forma más eficaz a largo plazo. Pero no hay ninguna garantía. Al fin y al cabo, las acciones y los ETFs de renta variable pertenecen a los activos tangibles, ya que titulizan una participación en una empresa, y también se consideran activos especiales.