Invertir en valores
Definición, tipos y todo sobre la compra de valores
Los valores forman parte del mundo financiero desde hace mucho tiempo. Al principio existían en papel, como certificados, pero ya entonces representaban derechos sobre activos. Hoy en día, los valores pueden comprarse y venderse digitalmente a través de una cuenta de valores, pero su función sigue siendo la misma: Los inversores tienen la oportunidad de participar en el rendimiento de diversos activos.
Pero, ¿cómo funcionan exactamente los valores, qué tipos hay y cómo se puede invertir dinero en valores?
Lo esencialLos valores resumidos brevemente
Definición: Los valores son instrumentos financieros que representan un activo. El valor está vinculado a derechos de dividendos, pagos de intereses o reembolso de capital. Los valores ofrecen a los inversores la oportunidad de generar rendimientos atractivos, sobre todo cuando se acumulan a largo plazo.
Tipos: Hay varias formas de invertir en valores, como acciones, bonos, fondos, ETFs y certificados. Cada tipo tiene sus propias características y riesgos específicos, lo que ofrece a los inversores una amplia gama de opciones de inversión para diversificar su portafolio.
Seguridad: La seguridad de los valores varía según el tipo y el emisor. Los bonos suelen considerarse menos arriesgados, mientras que las acciones se asocian a riesgos más elevados. La diversificación, la investigación exhaustiva y la consideración de tu tolerancia personal al riesgo son cruciales para evitar pérdidas de valor.
Invertir: Los valores se compran en bolsa o a través de intermediarios. Tras la compra, los valores se guardan en una cuenta de valores. Si quieres invertir dinero en valores, primero debes definir tus objetivos de inversión e informarte sobre cada uno de los valores.
Definición ¿Qué son los valores?
Los valores son documentos con los que el inversor, puede invertir en empresas (participaciones) o conceder préstamos (obligaciones). Como tales participaciones u obligaciones, los valores representan un derecho legalmente titulizado a determinados derechos o recursos financieros. Se negocian en la bolsa e incluyen varios tipos, como acciones, bonos, fondos o certificados.
Los valores al portador y los valores a la orden son dos categorías en las que pueden dividirse los valores y cada una de las cuales tiene diferentes mecanismos de transferencia.
- Los valores al portador: Son valores en los que la posesión física del propio valor representa el derecho de propiedad y la autorización para reembolsar o recibir los derechos asociados. Ejemplos de valores al portador son el efectivo (billetes de banco), los bonos al portador y las acciones al portador. Por lo general, los valores al portador son transferibles en el sentido de que la posesión física del valor puede transferirse a otra persona sin necesidad de inscribirla en un registro.
- Los valores a la orden: Debe realizarse una transferencia formal en el registro de valores de la empresa o de una empresa fiduciaria depositaria externa para documentar correctamente al nuevo propietario. Sólo las personas cuyos nombres figuran en el registro están autorizadas a ejercer los derechos asociados al valor - por ejemplo, recibir intereses y dividendos o hacer desembolsar el capital invertido.
El tipo de valores emitidos por una empresa depende de sus objetivos de financiación y de las necesidades de los inversores.
¿Qué tipos de valores existen?
Los valores pueden ser de interés fijo o variable.
Los valores de interés fijo (bonos) garantizan el pago de intereses fijos a intervalos regulares y el reembolso del capital invertido al final del plazo.
Los valores con tipo de interés variable son instrumentos financieros cuyo valor (como el precio de las acciones) o ingresos (como intereses y dividendos) pueden fluctuar. A continuación explicaremos qué tipos de valores existen y en qué consisten.
Acciones
Como prueba de la propiedad de una empresa, las acciones confieren a los accionistas el derecho a los beneficios de la empresa, a la cogestión y, en su caso, al pago de dividendos. Las acciones se negocian en bolsa, donde la oferta y la demanda determinan el precio. Sin embargo, las acciones también pueden conllevar riesgos: una evolución negativa de la cotización puede incluso provocar una pérdida total. En cambio, si la cotización es positiva, se pueden obtener grandes beneficios.
Operar con acciones como valores requiere, por tanto, un conocimiento preciso de los mercados de capitales y es adecuado para aquellos inversores que ya poseen experiencia en invertir en bolsa.
Bonos
Los bonos suelen ser valores de interés fijo con los que se presta dinero a empresas o a un gobierno. Se pueden recibir intereses regulares y la devolución del dinero invertido al final del plazo. En comparación con las acciones, los bonos se consideran una opción de inversión de menor riesgo, ya que ofrecen rendimientos fijos y predecibles. Sin embargo, también existen riesgos, por ejemplo en relación con la calificación crediticia del emisor. Como inversor, puedes utilizar los bonos para diversificar tu cartera con un componente de seguridad de menor riesgo.
Fondos y ETF
Con los fondos puedes invertir en acciones, bonos, propiedades y otras clases de activos. Los fondos de inversión ofrecen una forma eficaz de diversificar el portafolio, ya que invierten automáticamente en distintos activos. Los fondos activos están gestionados por un gestor profesional que toma decisiones basadas en los objetivos de inversión del fondo y en análisis de mercado.
Los fondos cotizados (ETF) son un tipo especial de fondo. Los ETFs son fondos cotizados que reproducen automáticamente la rentabilidad de un índice específico, como el DAX. Los fondos pasivos no recurren a la gestión, por lo que son más baratos que los activos. Los ETFs ofrecen una forma transparente de invertir en varios mercados de forma ampliamente diversificada.
Certificados
Los certificados son títulos de deuda basados en un activo subyacente, como acciones, índices o materias primas. Permiten beneficiarse de los movimientos de precios del activo subyacente sin comprarlo directamente. Existen distintos tipos de certificados, como los certificados de índices o los certificados de participación. Operar con certificados ofrece flexibilidad, pero también entraña riesgos, sobre todo en lo que respecta a la solvencia del emisor y la volatilidad del mercado. Como inversor, debe conocerse exactamente cómo funcionan los certificados y los riesgos que entrañan antes de invertir en este tipo de valores.
¿Por qué invertir en valores?
Invertir en valores ofrece la oportunidad de obtener rendimientos a largo plazo y acumular activos. Los riesgos pueden minimizarse diversificando el portafolio en varios valores. Los valores como las acciones también permiten participar en el éxito económico de las empresas y ofrecen una forma flexible de inversión que puede adaptarse a tus necesidades individuales y a tu tolerancia personal al riesgo.
Las razones por las que deberías invertir en valores en detalle:
- Rentabilidad potencial: Los valores tienen el potencial de generar rentabilidad con el tiempo, ya sea a través del aumento del precio de las acciones, del pago de intereses de los bonos o de los dividendos de las empresas.
- Diversificación: Al invertir en distintos tipos de valores, se puede diversificar el riesgo. Una amplia diversificación reduce el impacto de las pérdidas en un segmento concreto del mercado, que pueden compensarse con ganancias en otro segmento del mercado.
- Participación en el éxito de la empresa: Al invertir en acciones, puedes adquirir parte de la empresa y participar así en su éxito económico. Puede ser en forma de dividendos o de plusvalías.
- Compensación de la inflación: La inflación significa que el dinero siempre pierde valor. Los valores tienen el potencial de generar rendimientos que pueden contrarrestar la tasa de inflación y mantener así el poder adquisitivo del dinero.
- Oportunidad de acumular riqueza a largo plazo: Los valores son especialmente adecuados para las estrategias de inversión a largo plazo. Al invertir de forma continua durante un periodo de tiempo más largo, puedes beneficiarte del llamado efecto de interés compuesto y la experiencia ha demostrado que es más fácil compensar las fluctuaciones del mercado.
A pesar de todas estas ventajas, debes tener en cuenta que toda forma de inversión en la bolsa implica riesgos. Antes de invertir dinero en valores, informarte bien, define claramente tus propios objetivos de inversión y vigila siempre tu tolerancia al riesgo. Diversificando tu cartera y considerando distintos valores o clases de activos, puedes diversificar el riesgo y compensar posibles pérdidas.
Negociación de valores: ¿Cómo se puede comprar valores?
Existen varios proveedores para la compra de valores. Desde bancos hasta neobrokers, hay varias opciones entre las que puedes elegir el proveedor que mejor se adapte a tus necesidades.
Tras realizar la compra, puedes gestionar tus valores en la cuenta de custodia y también volver a venderlos. Muchos proveedores también ofrecen la opción de establecer un plan de ahorro en acciones o ETFs a través del cual se puede invertir regularmente (por ejemplo, cada mes).
Lee más sobre los planes de ahorro en ETFs y las inversiones puntuales.
¿Cuáles son los mejores valores?
No existe una respuesta única a la pregunta de cuáles son los mejores valores. La cuestión de si deberías invertir en acciones, ETFs o certificados depende en gran medida de tus objetivos individuales de inversión, tolerancia al riesgo, situación financiera y horizonte de inversión. Aunque las acciones, por ejemplo, ofrecen un alto rendimiento potencial, también están asociadas a un mayor riesgo. Para los inversores que desean invertir en un mercado ampliamente diversificado, los ETFs pueden ser la mejor opción para negociar valores. Esto se debe a que la inversión en valores permite seguir una estrategia de inversión diversificada y minimizar los riesgos. Puedes utilizar la búsqueda de ETF o la búsqueda de acciones para encontrar valores adecuados para tu inversión.
Conclusiónlos valores ofrecen una amplia gama de oportunidades de inversión.
Desde acciones y bonos hasta ETFs: los valores ofrecen una amplia gama de oportunidades de inversión. Los ETFs, en particular, ofrecen opciones de inversión rentables y transparentes y la oportunidad de invertir en diversos mercados y sectores. Ofrecen diversificación directa al repartir el riesgo entre una amplia gama de activos.
Los planes de ahorro en ETFs permiten invertir periódicamente en valores con pequeñas cuotas de ahorro y acumular así activos de forma continua.
